Saludos a todos,
Objetivo cumplido; un año más hemos logrado el objetivo de poder ofrecer nuestra clásica cicloturista a todos los aficionados a este deporte y desde aquí queremos agradecer a todos los que han hecho posible que este proyecto haya salido adelante, tanto a participantes en la marcha como a los colaboradores y patrocinadores.
Con la calma de las primeras horas de la mañana comenzamos con los preparativos para la marcha y con ellos un sinfín de idas y venidas para que todo esté listo antes de la llegada de los cicloturistas y dar comienzo al protocolo de las inscripciones; con un brillante sol que no se animaba del todo a salir ya que un plomizo cielo en el horizonte nos vaticinaba la llegada del agua, poco a poco comenzaron a llegar los primeros participantes de la marcha a la plaza del ayuntamiento y con ellos las habituales sensaciones de reconocer de anteriores participaciones a muchos de los que allí se congregaban.
A medida que el reloj se encaminaba hacia la hora de la salida, el ambiente se iba caldeando, reconociendo en las anónimas caras de los participantes las preguntas previas a la salida; algunos se interesaban por el recorrido y su perfil, otros recordaban la dureza que se imprimen año tras año a esta marcha, que aunque siendo un recorrido habitual para muchos cicloturistas bizkainos se va muy rápido lo que la convierte en una marcha exigente; algunos otros intentaban dilucidar si el chubasquero tenía que estar dentro de la equipación de mano, a lo que alguien sabiamente le respondió “llévalo en la Erandio-Erandio te puedes encontrar con todo”.
Con el reloj de camino a las 9, nos pusimos en marcha para dar comienzo a nuestra clásica, con los vehículos de cabeza de carrera listos para salir que en esta edición gracias a la inestimable ayuda y colaboración de Enekuri Motor, hemos podido disfrutar de la tecnología del siglo XXI con el préstamo de 2 vehículos totalmente eléctricos, hecho este, que ha sido de agradecer por los participantes de la marcha que no han tenido que soportar los humos de los motores de combustión ni su inseparable ruido.
Cuando todavía no se había dado la salida a la marcha, unas tímidas gotas de lluvia hicieron acto de presencia, ella tampoco quería perderse la salida; haciendo presagiar una marcha bajo la lluvia, sembrando las dudas dentro del pelotón y de mi mismo, sabiendo lo que quedaba por delante y lo que nos podíamos esperar, ya que este año he podido ver/retratar la marcha desde una posición muy distinta a años anteriores a lomos de la maquina diestramente dirigida por las manos de nuestro amigo Xabier, con el que tuve el honor de compartir la mañana y algún susto que otro en las rampas de Errigoiti gracias a la fina capa de lluvia caída a primera hora que convirtió la carretera en una pista de patinaje; no en vano por este desafortunado hecho en los primeros kilómetros de marcha vimos la primera caída por falta de adherencia.
Una vez dada la salida y tras los primeros compases de marcha, un pelotón compuesto por algo más de 360 cicloturistas inscritos y otros tantos que no cumplimentaron dicho procedimiento, rápidamente se estiraron para que ya en las primeras rampas del alto de Morga la distancia entre cabeza y cola de pelotón era ya de varios minutos; es increíble cada vez se rueda más rápido.
Sin apenas descanso y con un ritmo vertiginoso impuesto por un numeroso grupo de cabeza que apenas nos dio tiempo a llegar los cruces para su señalización, se iban devorando kilómetros de la marcha y sin apenas haber consumido tres horas y media desde que tomara la salida llegásemos de nuevo al punto de partida para poner punto y final a esta vigésimo segunda edición de la Clásica Erandio-Erandio.
A medida que los participantes iban llegando a la linea de meta, comenzaba el protocolo de recogida de obsequios y entrega de dorsales; gracias a la desinteresada colaboración del equipo humano de ISED con sus expertas manos; procuraron masajes a todos aquellos que se dejaron caer en sus camillas. Muchos de los participantes en nuestra marcha vieron recompensado su esfuerzo con un recuperador masaje.